Tours para foodies, fanáticos del buen comer

Por Lic. María Elena Valdez

Foodie es el término con el cual se describe a los aficionados a la comida y a la bebida. A diferencia de los “gourmets”, los foodies no necesariamente buscan los lugares más lujosos y famosos o consumen los productos más caros y exclusivos.

Mientras los primeros son “profesionales del comer y el beber” los foodies son amateur, simplemente aman la buena mesa y se interesan por su origen y preparación, están al tanto de las últimas noticias sobre productos culinarios, bodegas, recetas, modas gastronómicas, degustaciones, catas de vino e incluso se informan por los temas de salud relacionados con la alimentación. Pareciera que hacen de la alimentación el centro de su vida, y probablemente muchos lo hagan. Gastan en promedio más dinero en comida que cualquier otra persona. Son netamente exploradores gastronómicos, prueban, comparan y gustan de compartir sus experiencias, opiniones y recomendaciones en las redes sociales, incluso eventos mes a mes para no perderse nada.

Esta tendencia que fue identificada a mediados de los ochenta, ya forma un movimiento generalizado a nivel mundial. Tal vez otro subproducto de la globalización, no sólo por la socialización de la información, sino por el acceso a productos gastronómicos de los lugares más remotos del planeta que se incorporan lentamente a nuestra mesa.

La industria no tarda en diseñar ofertas para este segmento de apasionados. Desde revistas, libros, guías gastronómicas, blogs, foros, festivales, canales de cocina especializados hasta tours gastronómicos. Conocer un destino o una cultura a través de su comida es una práctica cada vez más popular. Un auténtico viajero no se va de un país sin probar su tradición culinaria o traerse alguna muestra en la valija. En ninguna guía de viajes falta una referencia a los sabores de la tierra y donde conseguirlos. Para los foodies, esto puede ser sencillamente el objetivo principal del viaje. Visitar los mercados callejeros, los bares, pubs y restaurantes para conocer a fondo la cultura del país que se visita.

En las grandes ciudades, incluso en Buenos Aires, se pueden contratar city-tours gastronómicos, que consisten en recorridos de 3 o 4 horas diseñados por “expertos” para probar y comparar un plato, bebida o producto en particular o bien un panorama por la comida regional. Cerveza, quesos, vino, chocolate, setas, trufas, sushi, tapas, pizza, oriental, mexicana, judía… hay interesados para todo. Estos tours por lo general proponen salir del circuito turístico y llegar a esos rincones donde comen los locales, que suelen tener una mejor relación calidad precio, y guardan los secretos de la auténtica cocina lugareña. Si miran atentamente a su alrededor es muy probable que encuentren un foodie cerca (en potencia?), aunque él o ella no lo sepan aún.

Tandil. Una merecida visita al Museo Histórico Fuerte Independencia

Por Lic. María Elena Valdez

Este Museo nace a partir de la iniciativa de un grupo de vecinos que forman la Asociación Tradicionalista Fuerte Independencia, unidos por el interés de cultivar las costumbres y tradiciones locales. A lo largo de 5 décadas, fue reuniendo distintas colecciones con objetos provenientes principalmente de donaciones.

Pulpería

En sus 2000 mts cuadrados, atesora importantes objetos y documentos  de gran valor histórico y cultural a nivel regional y nacional, organizados en 16 salas entre las que se encuentran espacios ambientados que no tienen desperdicio. Uno de los espacios que más atrae a los turistas es la Pulpería, recreada con el mostrador y la típica reja, provenientes de una pulpería de la zona de las Numancias. Allí, los visitantes pueden darse el gusto de tomar una cañita como se hacía en el S.XIX, entre decenas de objetos de la época, en un ambiente de encuentro, cálido y familiar, a la vieja usanza. No deje de echar un vistazo al original “Aviso de la Policía”.

Farmacia

Otra de las salas en la que vale la pena detenerse es la Farmacia, ambientada con las vitrinas originales, muebles franceses y objetos en impecable estado de conservación, pertenecientes en su mayoría a la Farmacia Central, la primera de Tandil.

Otros espacios recreados son la herrería con piso de tierra y elementos originales del oficio, estampas, yunque, fragua, martillos. La cocina de campo, con decenas de cacharros y utensilios, una heladera y hasta un molinillo de café nos permite imaginar cómo transcurría el día a día en los hogares de entonces.

Taxi

Cuenta además con una colección muy importante de carruajes de los siglos XIX y XX, entre los que se destacan un taxi inglés del S.XIX, único en argentina, la primera ambulancia que perteneció al Hospital, el carro de “los angelitos”, una enorme carreta de 1870 y un típico carro lechero. En el patio se exhiben las ruedas más grandes del país, construidas en Tandil, que pertenecieron a “Dorita”, una chata que se utilizaba para transportar mercadería a Buenos Aires.

También hay un amplio espacio dedicado al ferrocarril, en el que se puede encontrar desde una locomotora hecha a escala, hasta el mobiliario y la vajilla de un vagón comedor y una oficina de telégrafo.  

Si le interesa indagar en la historia local, encontrará piezas únicas que hablan de los orígenes de la ciudad, como piedras de la muralla y uno de los cañones originales del Fuerte Independencia, una maqueta de la fortaleza, así como la primer campana de la Iglesia del Centro, el poncho de tata dios, entre decenas de otros objetos y documentos históricos.

Hay colecciones para diversos intereses, como fotografía, numismática, pueblos originarios, antigüedades, religión, aviación, ciencias naturales, personajes de la historia local y la última sala inaugurada este año, dedicada a la Gesta de Malvinas.

También atesora documentos, manuscritos y diversos elementos pertenecientes a personalidades del orden nacional, como el Gral. San Martín, B. Machado o J.A. Roca, Juan Moreira, entre otros.

Vale la pena dedicarle al menos un par de horas a la visita, ya que  se van a sorprender con cantidad de objetos que no es habitual encontrar en un museo local. No obstante, si se quedó corto de tiempo, puede volver al día siguiente con la misma entrada.

El poema que García Márquez le dedicó a "viajar"

Gabriel García Márquez fue escritor, novelista, cuentista y periodista. Entre su abundante obra, encontramos este poema que seguramente expresa con su pluma inigualable, el sentimiento de muchos viajeros.

Viajar

Viajar es marcharse de casa,

es dejar los amigos

es intentar volar

volar conociendo otras ramas 

recorriendo caminos

es intentar cambiar.

Viajar es vestirse de loco

es decir “no me importa”

es querer regresar.

Regresar valorando lo poco

saboreando una copa,

es desear empezar.

Viajar es sentirse poeta,

es escribir una carta, 

es querer abrazar. 

Abrazar al llegar a una puerta

añorando la calma 

es dejarse besar.

Viajar es volverse mundano 

es conocer otra gente

es volver a empezar. 

Empezar extendiendo la mano,

aprendiendo del fuerte, 

es sentir soledad.

Viajar es marcharse de casa,

es vestirse de loco

diciendo todo y nada con una postal,

Es dormir en otra cama,

sentir que el tiempo es corto,

viajar es regresar.

Gabriel García Márquez fue escritor, novelista, cuentista, guionista, editor y periodista.
En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura. Fue el primer colombiano y el cuarto latinoamericano en obtener tal distinción.
Nació en Aracataca, Colombia, el 6 de marzo de 1927 y falleció el 17 de abril de 2014 a los 87 años.

Los records gastronómicos y el marketing territorial

Lic. María Elena Valdez

El Libro Guinness de los Records, mundialmente conocido y traducido a 30 idiomas, registra constantemente nuevas marcas que ponen de manifiesto la evolución de la especie humana que parece no tener límite, ya sea en su potencial físico como imaginativo con tal de figurar en el libro más vendido en el mundo entero.

Marcar un record no termina en la mera satisfacción personal, ser el más alto, más fuerte, el más bajo, el más rápido, y un largo e insólito etcétera. Cada vez más, las ciudades y cualquier tipo de organización lo utilizan como estrategia de marketing, ya que no cabe duda que marcar un nuevo record siempre es garantía de prensa gratuita.

Sea para el Guinness o records de menor vuelo, lo cierto es que la elaboración de platos a gran escala es una modalidad que encuentra cada vez más adeptos. Por lo general, aunque no necesariamente, se apoyan en la producción y las tradiciones locales, con la preparación de platos típicos regionales. Al poner de relieve la identidad territorial compartida, se consigue un apoyo masivo y gran convocatoria de público, ya sea por un sentimiento de orgullo local o al menos para participar del banquete y ser parte de la historia.

Algunos records Guinness gastronómicos de los últimos tiempos:

En marzo 2014, una vez más Yucatán entró en los archivos de Guinness World Records con el plato de pulpo más grande del mundo, elaborado por un equipo de unos 100 chefs durante el Expocampo Yucatán 2014. El total fue confirmado en 1326,26 kilogramos

Para cerrar el año 2013 y celebrar su séptimo aniversario en Colombia, hizo la línea de pasteles más larga del mundo. La línea tuvo un largo de 606,6 metros. Se repartieron 10.000 porciones entre los curiosos testigos.

Para celebrar su aniversario de 100 años y sumar a las fiestas patrias de Chile, Hellmann´s estableció un nuevo record de la línea de hot dogs (panchos) más largo del mundo. Utilizando 1.500 completos individuales (como dicen los chilenos) formaron una línea de más de 250 metros de largo para lograr record número 21 para el país. Todos los hot dogs fueron regalados a los asistentes.

En noviembre de 2013 en el Centro Comercial Managua, en la capital de Nicaragua se realizó el pastel de frutas más largo del mundo, que midió 503,34 metros y del cual se sirvieron alrededor de 60,000 porciones.

El Bar de Ollaría, una taberna española con capacidad para 20 personas, situada en Tokio, entró en el Libro Guinness por servir 293 tipos de vino de Jerez. Tras el anuncio, lanzaron una campaña especial en la ofrecen a sus clientes degustar todo el jerez que quieran de una selección de 100 caldos distintos durante dos horas por 2.930 yenes, o lo que es lo mismo, unos 20 euros.

En la carrera del posicionamiento, captar la atención del consumidor y lograr que la marca perdure en su mente, requiere cada vez más esfuerzo creativo. En este sentido, el poder de los productos gastronómicos está ampliamente demostrado como factor de atracción, comunión y fortalecimiento de la identidad. La conjunción de un evento masivo, un nuevo record y un producto gastronómico es una fórmula que gana popularidad entre las estrategias de marketing territorial.

Turismo Halal, un segmento en la mira

Lic. María Elena Valdez

El Turismo Halal se vislumbra como una de las 5 tendencias turísticas del futuro. En los últimos años, Europa y Oriente Medio vienen analizando el potencial de este segmento que experimenta una rápida expansión y con un gasto medio más que interesante. Como respuesta, los operadores y destinos turísticos buscan adaptar su oferta a las demandas particulares de este colectivo, que no se limita a los residentes en países islámicos, sino que abarca al gran número de musulmanes que viven en todo el mundo.

El término halal se usa en los países musulmanes para referirse a las prácticas permitidas, saludables y beneficiosas según la ley islámica. Incluye todo lo relacionado con la conducta, el lenguaje, la vestimenta, los modales y la alimentación. Este concepto tiene similitud con el término hebreo kosher.

En este sentido, el turismo halal se entiende como aquel que se desarrolla teniendo en cuenta las necesidades específicas de los turistas musulmanes, buscando conjugar la experiencia turística con los principios del Islam y el estilo de vida de la comunidad musulmana.

Claro que si se pretende captar este segmento, además de conocer y aceptar sus costumbres, ser “halal friendly”, implica brindar servicios acordes. Es así como muchas cadenas hoteleras ya están adecuando instalaciones y servicios y hasta se plantea la expansión de complejos turísticos exclusivos. Si bien hay un sistema de Certificación que expiden determinadas instituciones islámicas, esto no es imprescindible para ofrecer un servicio adaptado a las preferencias musulmanas, que se centran principalmente en la alimentación, los lugares para rezo y el uso de espacios diferenciados entre hombres y mujeres.

En nuestro país, la ciudad de Buenos Aires ya cuenta con un Programa de Turismo Halal, destinado a guiar a los visitantes en la satisfacción de sus necesidades durante el viaje. De este modo pone a disposición de los turistas una guía de locales gastronómicos, comercios alimenticios, librerías y lugares de rezo donde la comunidad musulmana pueda dar cumplimiento a sus deberes religiosos mientras hace turismo. Claro que no se trata de servicios destinados al turismo, como sucede en Europa, sino a los residentes musulmanes en la ciudad, pero el hecho de que esta información esté organizada y accesible es un paso para fomentar el crecimiento de ese segmento.

Por otro lado, también los interesados en conocer más sobre este colectivo, visitar sus mezquitas o probar su gastronomía típica de paseo por Buenos Aires, pueden realizar alguno de los tres circuitos temáticos a pie por los barrios de Flores/Floresta, Palermo y San Cristóbal que se proponen en la web oficial de la ciudad.